Bloguera

Adoro escribir a altas horas de la noche, todo aquello que el día no me deja expresar. A veces el mejor compañero de viaje es un buen libro y como no antes del amanecer un buen café. El mejor lugar para perderse es aquel banco del parque o aquella cafetería donde nace la historia que hoy se cuenta en LA CHICA DEL BANCO